jueves, 13 de julio de 2017

MEDUSA

     En la mitología griega, Medusa era un monstruo del mundo del inframundo, que convertía en piedra a aquellos que la miraban fijamente a los ojos. Fue decapitada por Perseo, quien después usó su cabeza como arma hasta que se la dio a la diosa Atenea para que la pusiera en su escudo.

     Junto con sus hermanas, Esteno y Euríale, eran gorgonas, hijas de Forcis y Ceto, o de Tifón y Equidna. Esta genealogía la comparten sus otras hermanas, las Greas.

     Aunque siempre se la representó como un ser monstruoso, Ovidio, la describe como una hermosa doncella, y sacerdotisa del templo de Atenea, pero cuando fue violada por Poseidón, en el mismo templo, la enfurecida diosa transformó el hermoso cabello de la joven en serpientes.

     En la mayoría de las versiones, Medusa estaba embarazada de Poseidón cuando fue decapitada por Perseo, que había sido enviado a buscar su cabeza por el rey Polidectes de Sérifos. Con la ayuda de Atenea y Hermes, que le dio las sandalias aladas, el Casco de Hades (que tenía el poder de hacer invisible a todo aquel que lo llevara), una espada y un escudo espejado, el héroe fue a visitar las Grayas para que le dijeran donde se encontraba la cueva de las gorgonas. Finalmente Perseo cumplió su misión. El héroe mató a Medusa observando el reflejo de la gorgona en el escudo para evitar quedar petrificado. Su mano iba siendo guiada por Atenea y así cortó su cabeza. Las hermanas de Medusa lo buscaron para vengarse, pero Perseo escapó volviéndose invisible gracias al casco de Hades. Del cuello de Medusa brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor.

     Según Ovidio, Perseo pasó por el noroeste de África junto al Titán Atlas, que estaba allí sujetando el cielo, y lo transformó en piedra. De forma parecida, se decía que los corales del Mar Rojo se habían formado de la sangre de Medusa que salpicó las algas cuando Perseo dejó la cabeza petrificadora junto a la playa durante su breve estancia en Etiopía, donde salvó y se casó con la hermosa princesa Andrómeda. Incluso se decía que las víboras venenosas del Sáhara habían brotado de las gotas caídas de su sangre.

     Perseo voló entonces a la isla donde su madre estaba a punto de ser casada por la fuerza con el rey, y todos menos ella fueron convertidos en piedra por la vista de la cabeza de la Medusa.

    Le dio la cabeza a Atenea, quien la colocó en su escudo. Según algunas fuentes, la diosa le dio la sangre mágica de Medusa al médico Asclepio, pues la que manaba del lado izquierdo del cuello era un veneno mortal, y la del lado derecho tenía el poder de resucitar a los muertos.
     Pausanias recoge dos alternativas sobre el origen de Medusa: una decía que había sido una reina de un territorio ubicado cerca del lago Tritónide, en Libia. Habría muerto de noche durante una campaña contra Perseo, un príncipe del Peloponeso (una península de Grecia). La segunda decía que en la región del desierto de Libia habitaban hombres y mujeres salvajes y que Medusa había sido una de ellas, que había empezado a atacar a los habitantes de Tritónide hasta ser muerta por Perseo.

Fuente: Wikipedia