domingo, 6 de mayo de 2018

BROTEAS

     En la mitología griega, Broteas, era un cazador, hijo de Tántalo y Dione (o según otros autores, de Eurianasa o Euritemista) y, por tanto, hermano de Níobe y Pélope.

     El mito de Bróteas, según Robert Graves, se deriva de una ceremonia religiosa que se practicaba, la cual era llamada Pharmakos. Se trataba de un rito de purificación contra las pestes, hambrunas y otras calamidades que se atribuían a castigo de los dioses, a los cuales había que apaciguar con sacrificios humanos. Se escogía al hombre más feo, al que llamaban pharmakos. Lo arrastraban a las afueras de la ciudad, golpeaban sus genitales con racimos de cebollas, lo arrojaban a una hoguera y luego esparcían sus cenizas en el mar.

     Bróteas era desproporcionadamente feo, se podía decir que era la imagen viva de la fealdad masculina. No obstante, no solo por eso Bróteas cobró notoriedad.

     Bróteas era un gran cazador y acostumbraba cazar en el monte Sípilo, en el Asia Menor, uno de los lugares preferidos de Cibeles, la diosa madre que los griegos llamaban Rea, a donde ella solía llegar a descansar. También era un excelente escultor y como rendía culto a Cibeles talló una hermosa imagen de la diosa madre. Según se dice, esa imagen se encuentra en Peña Codina, cerca del monte Sípilo, en Turquía.

     Bróteas era muy obstinado y a pesar de que él era un cazador, se negaba a honrar a Artemisa, diosa y señora de las montañas, de los bosques, de los animales y de la cacería. Incluso Bróteas blasfemaba contra ella.

     Artemisa enloqueció a Bróteas como castigo. En sus arrebatos de locura gritaba que era invulnerable y que las llamas del fuego no podrían quemarlo. Hasta que un día se arrojó sobre una hoguera, murió consumido por las llamas y sus cenizas fueron esparcidas en el mar, en desagravio de Artemisa. Aunque también se decía que Bróteas se había suicidado porque no soportaba las crueles burlas de la gente por su extrema fealdad.

Fuentes: Wikipedia, https://www.laprensa.com.ni/