lunes, 21 de mayo de 2018

ARACNE

     En la mitología grecorromana, Aracne era la hija de Idmón de Colofón, un tintorero, famoso en Hipepa (Lidia), donde tenía su taller, por su extraordinaria habilidad para el tejido y el bordado.

     Las alabanzas que recibía terminaron por subirse a la cabeza de la joven, y comenzó a afirmar que sus habilidades eran superiores a las de Atenea (Minerva), la diosa de la sabiduría, la guerra y de la artesanía. La diosa se enfadó, dio a la joven Aracne una oportunidad de redimirse. Adoptando la forma de una anciana, advirtió a Aracne que no ofendiese a los dioses. La mortal se burló y propuso un concurso de tejido en el que pudiera demostrar su superioridad. Atenea se quitó el disfraz y el concurso comenzó.

     Atenea tejió la escena de su victoria sobre Poseidón, que inspiró a los ciudadanos de Atenas para bautizar la ciudad en su honor. Según Ovidio, el tapiz de Aracne representaba veintidós episodios de infidelidades de los dioses disfrazados de animales: Zeus siendo infiel a Hera con Leda, con Europa, con Dánae y con otras.

     Atenea admitió la destreza de la joven, pero se enfadó mucho por la irrespetuosa elección del motivo. La diosa destruyó el tapiz y el telar de Aracne golpeándolos con su lanzadera, y también golpeó en la cabeza a la joven. Aracne, que advirtió su insensatez, quedó embargada por la vergüenza, huyó y acabó por ahorcarse.

     En el relato de Ovidio, Atenea se apiadó de Aracne. Roció la soga con jugo de acónito (una planta), haciendo que está se convirtiera en una telaraña y transformando a la propia Aracne en una araña.

     Otra versión nos cuenta que Aracne tenía un hermano llamado Falange, que aprendía el arte de la guerra. Todo iba bien, hasta que la diosa descubrió que entre los hermanos existía una relación impía e incestuosa, por lo que los castigó convirtiéndolos en animales.

Fuentes: Wikipedia, https://mitosyleyendascr.com/